MALTRATO POLICIAL A UN MÉDICO EN COLA PROVOCA DEBATE ENTRE GRADUADOS DE PERIODISMO Y PROFESORES SOBRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN FACEBOOK

Texto: Henry Constantín
Imagen: Captura del post en el perfil en Facebook de César Alejandro Moreno

Que su documento de identificación como médico asignado al enfrentamiento de la COVID-19 era falso y los médicos no tienen ninguna prioridad en las colas, y que a cualquier médico por 2000 pesos se le compra un certificado, fue —según publicara el periodista César Alejandro Moreno en su perfil de Facebook el pasado viernes 24 de abril— parte de lo que un oficial de Tropas Especiales le dijo al doctor César Díaz Ariosa cuando este intentó, en la mañana de ese día, entrar a la camagüeyana tienda La Gran Señora sin hacer cola.

Díaz Ariosa, según comentó Moreno en su post, acababa de salir de su guardia en la sala de Geriatría del hospital Amalia Simoni, precisamente uno de los dos donde ingresan los casos positivos y sospechosos de coronavirus en la provincia de Camagüey, y portaba un documento firmado y acuñado por autoridades de Salud Pública que avalaba su condición de médico involucrado en el enfrentamiento a la COVID-19. Pero ni así logró convencer de dejarlo pasar sin cola al oficial de Tropas Especiales que estaba al frente del operativo de control en la céntrica tienda.

Poco después, César Alejandro Moreno, recién graduado periodista y trabajador de medios estatales, publicaba en su perfil de Facebook la foto del documento acuñado y firmado que al doctor Díaz Ariosa —también locutor de la radio estatal— solo le sirvió para recibir un regaño del “boina roja”. Su post terminaba con una reflexión sobre el maltrato al amigo médico, y que no es el primer hecho de este tipo que se produce en colas durante esta crisis del coronavirus: “¿Para qué los aplausos?”

Entonces se desencadenó la tormenta digital: “Injustificado es que un médico en lucha contra la Covid día a día tenga que ir a hacer una cola para comprar pollo o detergente (…) fuera para que le vendieran en casa, hasta en el hospital”, sugirió uno de los muchos comentaristas que participó en un debate en el que terminaron opinando una decena de periodistas estatales, profesores del Departamento de Periodismo de la Universidad de Camagüey, estudiantes de la misma carrera, así como otros funcionarios. Pero lo que empezó como una queja ciudadana, terminó por volverse un debate sobre si es correcto o no publicar en Facebook contenidos críticos con la realidad.

El profesor de Periodismo Hipermedia de la Universidad de Camagüey, Adrián Eduardo Cancino, intervino, para señalar que lo correcto no era publicar eso en Facebook, sino hacer la denuncia del hecho en las dependencias policiales. “Uds. se entrenaron para periodistas, pero ese no es el trabajo que están haciendo. Están lejos de lo que les enseñaron en la carrera”, comentó, regañando al autor del post.

La respuesta vino de José Alemán Mesa, joven periodista también egresado de la misma Universidad de Camagüey, quien admitió que “hay tristes ejemplos de lo que no debe hacer un profesor. Vivo agradecido de muchos de los que me formaron, otros prefiero ni acordarme de su estupidez”.

Un comentarista acotó que si Díaz-Canel usaba e incitaba a los funcionarios a usar redes sociales y a estar pendientes de lo que se decía en ellas, entonces era perfectamente correcto publicar ahí ese tipo de denuncias, sin más trámite.

La respuesta fue directa: “Adrián Eduardo por acá no está el oficial (que ofendió al médico), pero están las personas del gobierno y la seguridad siempre pendiente a lo que publicamos”, aclaró otro joven graduado de Periodismo, Robert Estévez Chantada, aludiendo a que las denuncias de problemas sociales hechas por Internet podrían ser atendidas —y resueltas— por las autoridades con mucha mayor rapidez que las hechas por las vías tradicionales que el estado ha organizado. Precisamente porque el estado mantiene individuos vigilando lo que se dice sobre la realidad cubana en las redes sociales.

El mencionado Cancino, quien según fuentes de La Hora de Cuba es un colaborador del Ministerio del Interior, advirtió a los jóvenes estudiantes y profesionales que “… cuando algunos de ustedes regresen a las aulas, van a ser el triste ejemplo de lo que no debe hacer un periodista”. Cancino en el pasado estuvo también a cargo de la Comisión Disciplinaria en la Universidad de Camagüey, encargada de sancionar a estudiantes.

El debate se produjo precisamente en un mes marcado por la profusión de ataques del estado contra personas que han publicado contenidos críticos en Internet —las víctimas siempre han sido ciudadanos o activistas, y suelen terminar multados con 3000 pesos, una cifra que equivale al triple del salario medio oficial por mes en Cuba. Las multas y amenazas por publicaciones en Internet, especialmente Facebook, son aplicadas en virtud del inciso i del artículo 68 del Decreto Ley 370.

En una publicación hecha en su propio perfil de Facebook a raíz del debate, el mencionado Adrián Eduardo Cancino había advertido, refiriéndose a los jóvenes periodistas con posturas críticas: “No quiero verlos cuando cometan un error y tengan que responder”.
Pero la explicación más clara la dio Estévez Chantada: “los perfiles de Facebook no son medios oficiales y nos los pagamos nosotros, publicamos lo que queremos”.

En la noche, el post de César Alejandro Moreno que dio lugar al debate, fue borrado por su autor. “Amigos, ante un ruego de mi madre, el ser que más amo en este mundo, eliminé las anteriores publicaciones. No obstante, todo está dicho. Gracias a la mayoría por el apoyo y a otros por las ofensas, eran de esperar”, escribió el joven periodista en su perfil.
Al atardecer de ese mismo día, el médico maltratado que suscitó el debate escribió que aún estaba en la cola.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *