✍ Mario Ramírez
La casa parroquial del sacerdote católico Rolando Montes de Oca, en Vertientes, Camagüey, fue agredida en la noche de este domingo con dos huevos lanzados contra una de sus paredes y un letrero donde se leen las palabras «gusano asqueroso», escritas al parecer con un lápiz sobre papel.
«Una agresión de fuerte violencia simbólica», catalogó el clérigo en su denuncia hecha en Facebook, en la que mostró imágenes del atentado contra su casa, ubicada en la parte trasera de la iglesia católica de Vertientes, llamada por los feligreses La Milagrosa.
Según declararon a este medio varios pobladores de ese municipio, este sábado hubo en Vertientes un corte del servicio eléctrico que duró entre las 7 y las 12 de la noche, por lo que se cree que en ese intervalo ocurrió el ataque contra la vivienda. El papel con el letrero fue dejado en la reja de la casa, según confirmó una fuente cercana.
«¿Buscan crear terror? ¿Querrán que nos avergoncemos de predicar la libertad? ‘Gusano’ es la ofensa trasnochada que han usado los castristas contra quien piense distinto de ellos ¿Querrán que nos llenemos de odio y violencia contra los agresores? No me es posible», manifestó el clérigo, uno de los curas que incomodan al régimen cubano, por su constante prédica de la libertad y la democracia entre los fieles.
Montes de Oca, de 40 años de edad y vicerrector del seminario San Agustín, en Camagüey, se encuentra desde finales de agosto de visita en los Estados Unidos, por lo que fue informado de los sucesos por personas a cargo de su casa parroquial en Cuba.
«Los ‘compañeros’ que lanzaron huevos (con lo caros y escasos que están en Cuba) y me llamaron ‘gusano’ me mueven a compasión, los pobres. Sin saberlo cumplían la Escritura», añadió el párroco, que citó fragmentos de la Biblia relacionados con la actitud cristiana ante las agresiones.
El 8 de septiembre pasado, al sacerdote Castor Álvarez Devesa se le prohibió por orden del Partido Comunista de Cuba oficiar la misa en Vertientes, que debía llevar a cabo en sustitución de Montes de Oca, por razones que aludían a la situación de la covid en el territorio. Sin embargo, la regulación de Padre Castor poco después y este ataque reciente contra la casa de Montes de Oca parecen evidenciar una molestia especial del régimen y sus testaferros contra los curas.
Este domingo fue el propio Padre Castor quien ofició la misa en la parroquia vertientina, lo que pone sobre la mesa la hipótesis de que fuera este sacerdote —de los más atacados por el régimen principalmente tras su participación en las protestas del 11 de julio— el blanco del mensaje de odio.
«‘Compañeros agresores’ no les temeré, ni los odiaré. Creo en el Dios del Amor, y la Cuba por la que rezo y trabajo es una Cuba donde nadie merezca insultos o huevazos por pensar diferente, tampoco ustedes», respondió Montes de Oca, quien invitó a sus victimarios a «ser parte de esa Cuba nueva, la de Todos, porque la de huevazos e insultos es mezquina e indigna de nuestro noble pueblo, ese con el que yo grito y rezo: ¡LIBERTAD!»
📷 Facebook/ Rolando Montes de Oca
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